sábado, 3 de marzo de 2012

¿En quién confías?

Confías en todo el mundo, si es así, por qué no ves este video:


Después de haber visto este video de la canción “Confía en mí…” de la serpiente Kaa a Mowgli. ¿Podemos confiar en todo el mundo?

En el primer y en el segundo rango encontramos a la familia que siempre está ahí cuando lo necesitas, te ayuda a crecer evitando los peligros. Pero los amigos también son muy importantes, con ellos compartimos todo: secretos, duda, deseos….
Familia: Los miembros de la familia y los amigos de la infancia, forman parte de un pequeño círculo con los que puedes contar pase lo que pase. Pero desde luego, no les confías todos los secretos y aunque a veces nos parece que son injustos o que no nos comprenden, son aquellos en quienes más confiamos. ¿Por qué? Es cierto que no se trata de la misma confianza que tienes con tus amigos y de hecho no compartes todo con ellos, pero sabes que la familia siempre estará a tu disposición. Uno de los valores más importantes es la confianza en el tiempo, ya que es el que nos garantiza su solidez. Con los tuyos te sientes seguro, no hacen falta artimañas, ni máscaras, nada de cálculo ni estrés… Eres 100% natural.

Amigos: Nuestros amigos son sagrados, pero no confiamos en todos igual. Todos tenemos unos amigos con los que formamos un grupo inseparable. Pero también tenemos a ese mejor amigo con el que compartimos todo, nos escucha, guarda los secretos, no nos critica a las espaldas…. y con el que llevamos toda la vida juntos. Después están los del segundo rango. Pasas buenos momentos con ellos, pero cuando sientes desánimo no acudes a pedirles apoyo.

En el tercer rango se encuentra el colegio, no es especialmente el mejor lugar para exponer tus problemas personales. Es difícil conseguir cercanía con algunos profesores, de hecho están allí para enseñar.

Colegio: Parece como una gran maquinaria en la que cada pieza tiene su papel definido. El profesor está allí para enseñar, poner las notas y castigar si es preciso. Tú, para escuchar y aprender. Es difícil establecer una relación de confianza porque cada uno tiene su lugar. Un profesor es un profesor y no un colega. Es un adulto en quien confiar, por eso puede suceder que te acerques a uno de ellos. Esto ocurre cuando tienes un problema que no te atreves a contar a tus padres, o cuando dudas de tus capacidades. Entonces esta persona te escucha sin juzgarte. Te puede dar consejos como si te comprendiera.

En el último rango se encuentran los traidores. Por ejemplo, la que fue tu mejor amiga hasta el momento en el que ha difundido tu secreto más importante y te ha decepcionado para el resto de tu vida. La confianza es algo que tiene que merecerse y, también, cuidarse.

Traidores: Tu mejor amigo ha contado tu secreto a todo el mundo…Estás muy decepcionado y quizá sientes deseos de vengarte. La traición es muy dura porque hiere en pleno corazón y sus heridas tardan mucho en cicatrizar. No es necesario que te aísles del mundo y decidas no confiar en nadie más. Todos nos equivocamos y quizá esa persona merezca tu perdón. Pero sin duda necesitarás tiempo.

Pero lo más importante es que tener confianza en uno mismo. La confianza en sí mismo es creer que uno puede salir adelante a pesar de las propias debilidades. Cuando te falta confianza, dudas de ti, te cuesta hablar en público, te sonrojas…Estás haciendo pruebas continuamente y temes no estar a la altura de las circunstancias. La falta de confianza en uno mismo se cura. Todo el mundo tiene complejos y habilidades. No se puede hacer todo bien, ni triunfar en la primera. Hay que valorar tus primeras victorias cotidianas: una buena nota, un cumplido…Tu gente está ahí para ayudarte; por eso es tan importantes su confianza en ti. Cuanto más creen en ti mejor te sientes contigo mismo, y viceversa.

Las redes.
Para mantener la confianza necesitamos de muchos medios de comunicación para mantenerla. La música te permite abrirte paso entre los demás. Necesitas tener contacto con tus amigos. La comunicación es una forma de sellar su confianza, de comprobar que tu amigo está siempre a tu disposición. Cuando algo no va bien, tus amigos de internet resulta un gran apoyo. Con frecuencia tienen las mismas dudas que tú y sus consejos te ayudan a sentirte mejor.
En cambio, Facebook no constituye tu círculo de amigos cercanos. Ahí, prestas mucha más atención a lo que cuentas, convirtiéndote así en todo un experto en relaciones sociales.

Conclusión.
En mi opinión no puedes confiar en todo el mundo, pero tampoco no puedes confiar en nadie. Tienes que tener tu grupo de amigos que sabes que no te va a fallar, y aunque a veces te enfades con ellos siempre dales otra oportunidad, porque sabes que seguro en alguna ocasión te la tendrán que dar a ti. Pero no solamente están los amigos acuérdate de la familia: el hermano que te ayuda con los deberes cuando tienes alguna duda, la madre que te ayuda a afrontar tus problemas, el abuelo que siempre te protege…

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