domingo, 19 de febrero de 2012

Un viaje en el tiempo

Este viaje en el tiempo hacia la Ciudad Medieval de Sigüenza lo hicimos en tren. Salimos de la Estación de Chamartín a las diez de la mañana. Allí nos estaban esperando una serie de personajes medievales: un obispo, una doncella, varios trovadores y músicos que tocaban instrumentos de aquella época como el tambor y algunos de viento parecidos a trompetas, para darnos la bienvenida.

Todo estaba muy bien ambientado y te trasladaba a la Edad Media. Una vez en el tren, se nos presentó el obispo-guerrero don Bernardo de Agén, que reconquistó la ciudad de Sigüenza en 1124 a los árabes. Posteriormente, apareció una doncella de Doña Blanca, esposa del rey Pedro I el Cruel. Nos contó una historia, en la que este rey repudió a su mujer y la mandó encerrar en el castillo de Sigüenza. Después apareció un trovador, que sacó un pergamino de piel de animal y nos contó una historia relacionada con esta ciudad. Cuando llegamos a la Estación de Sigüenza nos recibieron con música medieval y nos repartieron por grupos. Cada grupo se parecía a un ejército que tenía su estandarte y seguíamos al guía como si se tratase del señor feudal.

Una vez, en Sigüenza lo primero que vimos en lo alto de un cerro fue el castillo. Iniciamos nuestra ruta en dirección hacia la ciudad medieval. Durante el trayecto, el guía nos contó que el rey Alfonso VII donó el Señorío de Sigüenza al obispado de Bernardo y sus sucesores. A partir de este momento histórico se destaca la construcción de la ciudad en dos ejes importantes: el castillo y la catedral.
Pudimos ver como el trazado de estas calles era estrecho y sinuoso, pues éstas bajaban desde el castillo. En estas calles vivieron comerciantes y artesanos. La judería estaba en los alrededores de la calle de San Juan. Alrededor de la calle de la catedral se agrupa un barrio de albañiles, canteros y vidrieros que trabajaron en las obras de este edificio.

Desde el castillo fue creciendo la ciudad hacia la naciente catedral. Así se fueron haciendo las murallas, desde el alcázar hasta el resto de la ciudad, quedando el recinto totalmente protegido.

Antes de llegar al castillo, pasamos por la Catedral de Sigüenza, que se empezó a construir en el siglo XII como fortaleza defensiva en estilo románico. Su construcción y decoración se prolongó durante varios siglos, dando lugar a la aplicación de varios estilos arquitectónicos. También, pasamos por dos iglesias de estilo románico: la Iglesia de Santiago y la de San Vicente, ambas del siglo XII. Frente a esta última, se encuentra la Casa del Doncel, que es de estilo gótico con elementos mudéjares en su interior. Ésta fue la casa de la familia nobiliaria Vázquez de Arce.
 
 
Una vez en el castillo, que se empezó a construir en el año 1173, para servir de palacio-fortaleza y residencia de los obispos, que fueron señores de la ciudad, bajamos a la Plazuela de la Cárcel, que fue mandada construir por el Obispo Carvajal en el siglo XV. De esta forma se abre un nuevo espacio en el que se instala el mercado semanal que hasta entonces se encontraba en el entorno del Portal Mayor. Al frente se sitúa el Ayuntamiento, la torre donde se guardaba el archivo y el arca de caudales del granero municipal.

Continuamos bordeando el primer anillo de la muralla y pasamos por varías puertas. Entre éstas destaca la Puerta del Hierro, que era una de las entradas principales a la ciudad medieval, donde se cobraba el impuesto de entrada de las mercancías dentro del recinto amurallado para la venta de productos en el mercado semanal. Sobre la hornacina de todas estas puertas había la imagen de una virgen.

Ya llegó la hora de despertar, de regresar al siglo XXI, ya los actores que representaron a estos personajes habían cambiado de vestimentas, ya sólo me queda el recuerdo de la visita a la Ciudad Medieval de Sigüenza.

domingo, 5 de febrero de 2012

McDonald’s conquista el mundo

McDonald’s es una cadena de restaurantes de comida rápida que nació en 1937, cuando los hermanos Richard y Maurice McDonald abrieron un puesto de perritos calientes. El negocio funcionaba muy bien, sobre todo gracias a las hamburguesas. La demanda era cada vez mayor y decidieron abrir otros establecimientos en los que se servían solo hamburguesas, patatas fritas, refrescos y batidos. Muy pronto, Ray Kroc propuso a los hermanos ser su agente comercial. Su idea era sencilla: inundar el país de McDonald’s, para conseguirlo visitaron a los responsables de los establecimientos y les vendieron el estilo y el rótulo de McDonald’s. Más tarde, Ray compró el nombre a Richard y Maurice, y McDonald’s se convirtió en su propia marca. En 1955 abrió su primer restaurante y doce años después McDonald’s se extendió por el extranjero, en Canadá ¡Era el inicio de un gran imperio! En España el primer McDonald’s se abrió en la Gran Vía, en 1981. Tres años más tarde Ray Kroc murió siendo multimillonario. Actualmente hay más de 31.000 McDonald’s repartidos en cerca de 120 países y atendiendo a 58 millones de personas diarias.

Cada vez que pensamos en McDonald’s recordamos las ricas hamburguesas, pero en realidad la hamburguesa fue creada en el siglo XIX por unos inmigrantes alemanes establecidos en Estados Unidos. ¿Y la dulce bebida que tomamos junto a las hamburguesas? ¡La Coca-Cola! Inventada en 1886 por un farmacéutico estadounidense a base de jarabes, agua y gas carbónico para hacer las burbujas. Pero, qué sería un menú del McDonald’s sin sus crujientes y grasas patatas fritas, aunque parezca mentira no fueron inventadas por los estadounidenses sino por unos belgas y franceses.

Pero la pregunta que nos hacemos todos es: ¿cuál es su secreto? Quizás sean los bajos precios, el servicio ultrarrápido o la comida fácil de consumir, esto nunca lo sabremos, pero de lo que sí que estaremos seguros son de los beneficios que obtiene. En el primer trimestre del año, McDonald’s ganó en España unos 811 millones de euros, superando a Nike y Coca-Cola.
Desde el principio McDonald’s ha querido atraer a las familias. Por eso en 1963 apareció el payaso Ronald McDonald, seguido del menú Happy Meal, los juguetes de plástico como regalo y unos pequeños parques infantiles, de esta forma McDonald’s pretendía atraer a los niños. Pero para que llegase a un público más amplio crearon una campaña con el eslogan I’m lovin’it con la intención de que McDonald’s gustase tanto a niños como a mayores.
Los mensajes publicitarios también ayudan al enriquecimiento de esta gran cadena. Aprovechan eventos deportivos, películas de estreno…para sacar toda su artillería para llamar la atención de todos los posibles clientes. Por ejemplo, en España McDonald’s apostó por el Mundial de Fútbol del 2011, con un spot televisivo protagonizado por David Villa.
Pero el verdadero secreto de McDonald’s es saber actuar con audacia. Por ejemplo: en Francia cientos de defensores de la producción local se reunieron en un McDonald’s para protestar por las fuertes tasas que Estados Unidos imponía a los productos franceses. Ante esta situación McDonald’s argumentó que la mayor parte de los productos proceden del país donde se encuentran estos restaurantes y crearon el eslogan “Si comes en McDonald’s, favoreces a la economía francesa". En el 2004 algunos gobiernos prohibieron la distribución de golosinas en los colegios, por ello McDonald’s introdujo ensaladas y yogures de frutas en sus menús. En el 2007 empezó la preocupación por el medio ambiente y McDonald’s respondió anunciando que el aceite que usaban en las frituras lo reciclaban en carburante biodiesel. Esta empresa adapta todos sus menús a las culturas locales en las que se encuentran estos establecimientos, un ejemplo lo podemos ver en España, nosotros vamos a un McDonald’s y encontramos comidas típicas españolas como es el gazpacho o la empanada de pollo con salsa de queso manchego.
A pesar de que la comida del McDonald’s está llena de grasa muchas personas acuden a estos restaurantes. Pero ¿por qué? Una de las razones puede ser que nos recuerda a nuestra infancia, nos sirven rápido, la comida es blanda, se come con las manos, se bebe con pajita…Todo esto encanta tanto a niños como a adultos.
Para muchas de las personas que trabajan en McDonald’s este empleo no es de color de rosas, ya que realizar continuamente unos gestos que son repetitivos y servir rápidamente a los clientes les provoca mucho estrés. La mayoría de los empleados son estudiantes deseosos de terminar sus estudios y encontrar un nuevo trabajo.
Opinión:
Desde mi punto de vista ir de vez en cuando al McDonald’s no supone ningún problema y puede ser un buen plan para pasar una tarde con tus amigos. Este hecho se convierte en un inconveniente cuando ir al McDonald’s es una rutina. La rapidez con la que sirven la comida lo convierte en un beneficio y atrae al público, ya que no tenemos que esperar media hora para poder tomar nuestra ansiosa hamburguesa, pero esto no quiere decir que devoremos la comida en apenas dos minutos, lo más adecuado es tomarnos nuestro tiempo y comer. Pero no pongamos a McDonald’s como el único ejemplo de mala alimentación, ya que hay otros establecimientos como los kebabs que también proporcionan alimentos que son grasos y perjudiciales para la salud.